Vamos a seguir con las buenas costumbres 🙂 Disfrutemos de un nuevo extracto taoísta con sus enseñanzas en esta preciosa mañana.

Lao Tse dijo:

Acumular lo delgado desemboca en lo grueso, acumular lo bajo desemboca en lo alto; las personas ejemplares trabajan arduamente cada día y por ello se vuelven ilustres, las personas de miras estrechas se divierten cada día y por ello llegan al infortunio. Aunque este proceso pueda no ser visible, ésta es la razón para ver lo que es bueno aunque uno no pueda alcanzarlo y apartarse de lo que es malo como se apartaría uno de la desgracia.

Si uno se vuelve hacia la bondad, no se siente resentido aunque no vaya demasiado lejos; si uno no se vuelve hacia la bondad, aunque sea leal, favorece el odio. Por ello, sentir resentimiento hacia los demás no es tan bueno como sentir resentimiento hacia uno mismo; buscar en los demás no es tan bueno como buscar en uno mismo.

Las voces se llaman a sí mismas, las letras se buscan a sí mismas, los nombres se dirigen a sí mismos, la gente se gobierna a sí misma. Cada cosa es sí misma. Si blandes un instrumento puntiagudo y te hieres, o manejas una espada y te cortas, ¿cómo puedes culpar a los demás por esto? Por ello, las personas ideales son siempre cuidadosas sobre las sutilezas.

Todos los seres portan el yin y abrazan el yang, con una energía que madura hacia la armonía. La armonía mora en el centro. Por ello, los frutos de los árboles crecen en el corazón, los frutos de los arbustos crecen en la vaina, los huevos y los embriones crecen en el centro. Lo que no crece ni en el huevo ni en el embrión necesita el tiempo justo.

Cuando el terreno es llano, el agua no fluye; cuando los pesos son iguales, una balanza no se inclina. El nacimiento y el desarrollo de los seres se produce cuando nacen y se desarrollan a través de la sensibilidad.