El Festival de los fantasmas, también conocido como el Festival de los fantasmas hambrientos (盂蘭盆節) es un festival tradicional y de vacaciones chinas celebradas en diferentes países. Se festeja en la 15ª noche del 7º mes lunar (en el Sur de China es el 14º día).

Este día es llamado el Día del fantasma y el séptimo mes es considerado el Mes del fantasma (中元节), en el cual fantasmas y espíritus, incluidos los ancestros fallecidos, salen del inframundo. A diferencia del Festival Qingming (en primavera) y del festival Zhongyuan (en otoño) de los cuales hemos hablado en anteriores publicaciones, los descendientes vivos homenajean a sus ancestros y en el Día del fantasma se cree que son los fallecidos los que visitan a los vivos.

 

En el decimoquinto día, el reino de los cielos, el infierno y el reino de los vivos se abren y tanto taoístas como budistas realizan rituales para transmutar y absolver los sufrimientos de los fallecidos. Intrínsecamente el Mes de los fantasmas es un culto a los ancestros, donde la devoción filial de los descendientes se extiende a los ancestros incluso después de su muerte.

Las actividades durante el Mes de los fantasmas incluyen, preparar comida de ofrecimiento ritual, quemar incienso y papel de incienso, preparar ítems como ropa fabricados con papel maché, oro y otros productos finos para los espíritus de los ancestros. Además se sirven comidas elaboradas (generalmente vegetarianas) en la mesa con una silla vacía por cada familiar fallecido tratándolos como si estuvieran vivos.

El culto a los ancestros es lo que diferencia al Festival Qingming respecto del Festival de los fantasmas ya que el último incluye respetar a todos los fallecidos, incluyendo las mismas generaciones y los más jóvenes, mientras que el primero sólo incluye las generaciones mayores.

Otra tradición que se sigue es la de comprar y soltar pequeños botes de papel y linternas en el agua, con el fin de guiar a fantasmas y espíritus de los ancestros perdidos y otras deidades.

Hoy en día, en algunos países del sudeste asiático, se realizan representaciones en vivo y todos están invitados a asistir. La primera fila de asientos siempre se deja vacía, ya que es donde se sientan los fantasmas. En el pasado, solían ser óperas chinas, pero en estos días, la tendencia se ha desplazado hacia la música pop china en un escenario improvisado.